sábado, 14 de febrero de 2015

Miguel y el desván



Erase una vez hace un par de años un niño que se llamaba Miguel tenía 10 años y era muy travieso, Miguel era un niño al que le gustaban mucho las aventuras, y el día de navidad estaba con sus abuelos, sus titos, sus primos, estaba con toda su familia, y decidió subir al desván, le costó mucho abrir la puerta del desván, pues llevaba mucho sin abrirse, entró, todo estaba muy oscuro y hacía mucho frío.
Vio una puerta pequeña, de alta como una silla y decidió entrar, allí hacía más frío todavía que en el desván, vio muchas estanterías con libros y una palanca en la pared, y tiró de la palanca que tenía un montón de telarañas y mucho polvo, una estantería se dio la vuelta y se abrió un pasillo, el entró y de repente se cerró la estantería de un golpetazo, Miguel empezó a sentir miedo y palideció, muchos murciélagos revoloteaban por allí, de repente una vagoneta pasó y Miguel se montó, pues estaba muy cansado de tanto andar, la vagoneta iba muy rápido por unos raíles muy viejos y oxidados, y Miguel gritó, -aaah. Había un agujero sin raíles y Miguel cayó por ahí llevándose un golpetazo en el hombro, y le salió un cardenal verde, había un camino muy oscuro, y de repente dos sombras cada vez mas grandes, empezaron a seguir a Miguel y el corría lo más rápido que podía, pero lo alcanzaron, eran dos sábanas blancas un momento eran fa fa, ¡fantasmas!, -¡socorro!, gritaba.
Miguel corría de un lado para otro para alante, para atrás y los dos fantasmas allí en el suelo partiéndose de risa, y Miguel por allí corriendo y mira tú por dónde, se quitaron las sábanas y eran sus dos primas, Nuria y Sandra riéndose, y le decían, - mira que la abuela te dijo veces que no entrarás en el desván, te hemos dado un susto de muerte, y Miguel junto a toda su familia que aparecieron allí riéndose todos juntos y felices, celebraron una muy, muy feliz navidad. 

FIN

Inventado por María José.

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